Una madre desesperada acude a Jesús para pedirle la liberación de su hija, durante una visita suya al extranjero. En otro momento me hubiese referido a la fe extraordinaria de esta mujer gentil. Pero esta vez resalto sus cualidades de madre, en honor al día de las madres. Veamos el texto bíblico en el Evangelio de Marcos:
«De allí Jesús se fue a la región de Tiro y de Sidón. Llegó a una casa y trató de que nadie lo supiera, pero no pudo esconderse
porque, tan pronto como una mujer, cuya hija tenía un espíritu impuro, supo que él había llegado, fue a su encuentro y se arrojó a sus pies.
Esa mujer era griega, de nacionalidad siro fenicia, y le rogaba que expulsara de su hija al demonio;
pero Jesús le dijo: «Primero deja que los hijos queden satisfechos, porque no está bien quitarles a los hijos su pan y echárselo a los perritos.»
La mujer le respondió: «Es verdad, Señor. Pero hasta los perritos comen debajo de la mesa las migajas que dejan caer los hijos.»
Entonces Jesús le dijo: «Por esto que has dicho, puedes irte tranquila; el demonio ya ha salido de tu hija.»
Cuando la mujer llegó a su casa, encontró a su hija acostada en la cama, y el demonio ya había salido de ella».
Marcos 7:24-30
V.24. Parece que Jesús fue a la región de Tiro y de Sidón para descansar o reflexionar. Pero su plan de esconderse por unos días no tuvo éxito. Fue descubierto por la gente.
V.25. Una mujer, cuya hija estaba poseída por un demonio, fue a la casa donde Jesús estaba y se tiró a sus pies. Se trata de una madre desesperada que vino a Jesús pidiendo ayuda para su hija, la cual se hallaba en una triste condición. La mujer se convirtió en una madre intercesora en ese momento.
V.26. La mujer era griega de nacionalidad sirofenicia. Es decir, no era judía, sin embargo, ella, al saber que Jesús había llegado a su pueblo, acudió a él inmediatamente. Es una mujer anónima. El texto se refiere a ella como una mujer, esa mujer, y dos veces, la mujer. Pero esa mujer puede no tener nombre en los evangelios, pero su extraordinario corazón de madre dejó una lección para la eternidad. Pienso que ella representa a todas esas mujeres anónimas que a diario luchan por mantener a flote sus hogares. Ellas no serán dejadas solas por Dios.
La madre desesperada de ésta historia nos da una lección a todos. El verso 26 muestra como ella rogaba al Señor por su hija. El hecho de tirarse a los pies de Jesús, no solo enseña sobre el ruego y sobre la sumisión a Dios en completa adoración, sino que muestra, como en su desesperación ella pudo comprender que solo Jesús podía ayudarla en ese momento. Una sola cosa podía hacer y la hizo, buscó el socorro divino.
¿buscas tú a Dios primero que a todos cuando estás en apuros?
V. 27. muestra como Jesús puso a prueba la fe de esta madre desesperada. Jesús le dice: “no está bien quitarles a los hijos su pan y echárselo a los perritos”, y la mujer le respondió, tú tienes razón, pero los perritos comen de las migajas que los niños dejan caer debajo de las mesas. En esto no hay discusión, Jesús fue enviado a Israel primero, pero su obra redentora tiene alcance mundial. La salvación es un regalo de Dios para toda la humanidad. Por mucho menos que esto, nosotros damos marcha atrás y comenzamos a criticar al Maestro, nos envolvemos en lamentos y actitudes negativas, pero esta mujer no era cualquier persona, era una madre rogando por su hija enferma.
Bienaventurados el hijo o la hija por quien su madre se tira a los pies de Jesús intercediendo por su necesidad y bienestar, les aseguro que verá la mano de Dios obrando en su favor.
V. 29. Jesús quedó admirado con esta mujer, en otro evangelio dice que Jesús se quedó maravillado por la fe de ella (véase Mateo 15). Las palabras de Jesús fueron: “Por esto que has dicho, puedes irte tranquila; el demonio ya ha salido de tu hija”. Por tu fe, porque creíste, porque no te intimidaste, vete tranquila, el demonio salió de tu hija.
No sé cuánto significan estas palabras de Jesús para ti, no sé si las entiendes, solamente te digo, acuérdate de tu madre cada vez que las cosas no van bien, como te dice: hijo, hija, ora, no te preocupes, estoy orando por ti, a veces su palabra es, ya oré por ti.
Observa como Jesús dice a esta Madre: “vete tranquila”. Es lo mismo que él le dice a tu madre cada vez que ella está tirada clamando por ti; mujer, tranquila, paz, tu hijo está bien, tu hija está bien.
V.30. Este verso dice que todo sucedió tal y como Jesús lo dijo. La mujer llegó a la casa y encontró a su hija completamente sana. Vemos que una vez más puso en práctica su fe. Ella era una madre de fe. Jesús le dijo tu hija está bien y la mujer lo dio por hecho. Así es como se practica la fe, dar por hecho lo que Dios dice que es. Noten que ella no le dijo a Jesús: Señor, tú no la has visto, tienes que venir a casa y tocarla, o tienes que venir a dar la orden al demonio para que se vaya. No, ella oyó a Jesús que le dijo “tu hija está bien”, creyó esas palabras, se fue a su casa y allí estaba su amada hija, totalmente sana. Eso es exactamente lo que una madre que ora debe hacer cuando Dios habla a su corazón y le dice, tranquila, escuché tu oración y ya te la contesté.
Saber que el corazón de una madre nunca se rinde, nos compromete a todos con Dios. El Señor establece en sus mandamientos que debemos honrar a nuestros padres y dice La Biblia que este es el único mandamiento con promesa. Dice: “Honra a tu padre y a tu madre, para que tengas una larga vida en la tierra que el Señor, tu Dios, te da” (Exodo 20:12). La promesa que contiene es “para que tengas una larga vida en la tierra”. Más que la mejor medicina, más que el mejor plan de ejercicio, y más que la dieta mejor balanceada es el honrar a nuestros padres. Es a cada hijo a quien corresponde apoderarse de esta promesa y beneficiarse de todo lo que ella implica. Dios bendice a granel a todos los hijos que obedecen este mandamiento. Amén.
Rev. Natividad Fermín
Tu artículo está excelente. Dios te siga usando. La interacción hijos/ padres está muy deteriorada .Pienso que en ninguna otra época habíamos visto lo que está ala vista hoy. Dios bendiga a todas las madres y a ti para que pueda continuar escribiendo.
Rev. Domingo muñoz aprecio mucho su comentario sobre este articulo.