La Relación del Espíritu Santo con el Mundo

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Y cuando él venga, convencerá al mundo de pecado, de justicia y de juicio. 9  De
pecado, por cuanto no creen en mí; 10  de justicia, por cuanto voy al Padre, y no me
veréis más; 11  y de juicio, por cuanto el príncipe de este mundo ha sido ya juzgado
(Juan 16:8-11).
Introducción
Continuando con las enseñanzas de Jesús sobre la promesa del Espíritu Santo, nos
concentraremos ahora en estos versículos del capítulo 16 de Juan que se refieren
a las tareas que el espíritu realizará con relación al mundo. Dijimos anteriormente
que El Mundo no puede recibir al Espíritu Santo en sus corazones; sin embargo, sí
podrá beneficiarse de la obra que él hará en su favor. Dice el texto,
específicamente el verso 8: y cuando él venga, convencerá al mundo de pecado,
De Justicia y de juicio. Así que el Espíritu Santo está aquí manifestando su
presencia en la iglesia, morando en el creyente y llamando al mundo para que
conozca a Jesús. Dice que lo hará convenciendo al mundo en tres aspectos.
1. De pecado, por cuanto no creen en mí. Aquí trata del pecado de incredulidad.

Según Jesús el no creer en él es contado como
pecado; es decir, Dios tiene por pecadores a quienes no creen en Jesús y lo
rechazan. La incredulidad es el gran pecado de la humanidad, No basta con de cir yo creo en Dios,

creer en él exige nuestra obediencia, obedecerle significa que estamos dispuestos

a creer en Jesús y vivir de acuerdo a su voluntad. La gran misión del
Espíritu Santo es convencer al mundo (a todo el mundo), despertar al ser
humano y hacer que sienta culpabilidad por todas las ofensas cometidas contra
Dios. Valiéndose de la predicación de los discípulos del señor le hace el llamado al
arrepentimiento y ofreciéndole el perdón por medio de la sangre De Cristo. Esta
tarea El Espíritu Santo la está llevando a cabo en todo lugar sin hacer excepción
de personas.


2. de justicia, por cuanto voy al Padre, y no me veréis más;
Convencerá al mundo de Justicia, por cuanto voy al padre, y no me veréis más. Es
una declaración clara de que la justicia de Dios el Padre se cumplió cuando él
envió a su hijo al mundo, a morir por todos los pecadores. Al decir: no me veréis
más, implica que lo habían visto. Ellos eran los testigos de que el hijo de Dios vino

al mundo, este mismo Evangelio de clara que Dios amó tanto al mundo, que envió
a su hijo al mundo, para que todo aquel que en él cree no se pierda, más tenga la
vida eterna (Juan 3:16). Quiénes no creen que Jesús es el hijo de Dios y viven rechazándolo,
son injustos delante de Dios y necesitan ser justificados a través de la fe que es en
Cristo nuestro señor.
El Mundo tiene que entender que Dios lo ha hecho todo para salvarle y no puede
seguir viviendo como si él no existiera. Ya Jesucristo vino a la tierra, él ha acabado
de decir, no me veréis más, esto significa me voy, pero eso sí, les enviaré a otro
consolador y así lo hizo. El Consolador está aquí trabajando incansablemente,
tratando de convencer a la humanidad de su necesidad de salvación, para esto él
les envía predicadores por diferentes vías, les revela la verdad usando la Biblia, la
literatura cristiana y diversos medios que están en nuestras manos. No podemos
seguir ignorando el deseo que tiene el Espíritu Santo de que reconozcamos a
Cristo como nuestro Salvador y señor. Tenemos que obedecer cuando él toca
nuestros corazones Y nos llama amorosamente y confesar nuestros pecados
pidiendo perdón y expresando un arrepentimiento genuino.


3. y de juicio, por cuanto el príncipe de este mundo ha sido ya juzgado
Convencerá al mundo de juicio, por cuanto el príncipe de este mundo ha sido ya
juzgado ¿Sabe usted quién es el príncipe de este mundo? Ese príncipe es Satanás,
él es el que ha endurecido el corazón del mundo para que no sea sensible a la voz
de Dios, pero Jesús anuncia aquí que ya él ha sido juzgado, él ejerce su poder
temporalmente todavía pero ya su sentencia ha sido dictada, él será echado en el
lago de fuego o infierno y con él serán echados allí todos los que obran la maldad.
Si usted quieres saber qué pasará con los incrédulos, con los que no se humillan
ante Dios, los que no confiesan sus pecados ni aceptan a Jesús como su Salvador personal,
ellos serán condenados porque ya Satanás ha sido juzgado, y el fin de él es la
destrucción y esa misma suerte correrán quienes les sirven a él o quienes dicen
que no creen en nada, que no son religiosos, o que todas las religiones son
iguales, y que todas salvan, etcétera. Todos ellos, grandes y pequeños, estarán en el
infierno con Satanás.
Por consiguiente ¿Cuál es la voz que El Mundo debe escuchar en relación con el
camino de salvación? Definitivamente El Mundo debe escuchar la voz del Espíritu
Santo, el consolador, el cual vino para convencer al mundo de pecado, De Justicia

y de juicio. El resumen de esto es que el plan de Dios incluye hacerle ver al
mundo que el pecado de la incredulidad lo llevará al infierno, pero que si escucha
la voz de Dios a través de la predicación del Evangelio de Jesucristo, será salvo y al
final de los tiempos, en el día del juicio recibirán la corona de la vida eterna. Así
de simple, si sigue escuchando las mentiras de Satanás en cuanto a Jesús, en el día
del juicio final estará en el mismo lugar donde estarán el diablo, sus ángeles y los
que han muerto en incredulidad; pero si abre tu oído a la Santa palabra de Dios y
deja que el Espíritu Santo toque tu corazón y recibe a Cristo como tu señor y
Salvador serán salvo tú y tu casa y en el día del juicio escucharás estas palabras:
ven buen siervo y fiel entra en el gozo de tu señor ¡alabado sea Dios por los siglos
de los siglos! Amen.

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