La fe es el tema central en este estudio. Pero no cualquier fe, sino la fe que agrada a Dios.
Texto Bíblico: Hebreos 11:6
“Pero sin fe es imposible agradar a Dios, porque es necesario que el que se acerca a Dios crea que él existe y que recompensa a los que lo buscan.”
Frase Clave: Para agradar a Dios debemos permanecer firmes en la fe.
Hebreos 11:1 contiene una magnífica definición de la fe. Dice: “Es, pues, la fe la certeza de lo que se espera, la convicción de lo que no se ve”. Para explicar mejor el tema, el autor se vale de una serie de ejemplos concernientes a los héroes de la fe en la era del Antiguo Testamento. Se trata de los personajes bíblicos que conocemos, los cuales pusieron en práctica lo que creyeron. Pero ¿cómo es la fe en la práctica? Voy a dar un ejemplo de mi experiencia personal. En un campo vecino del lugar donde me crie, en República Dominicana, había un comerciante a quien en el pueblo llamaban Nano. Él compraba y vendía frutos del campo. Una de las prácticas de este señor era comprar el fruto en flor; es decir, él les pagaba la cosecha por adelantado a los propietarios de las fincas. Cuando los árboles de café, o de cacao, de mango, de aguacate, etc., comenzaban a florecer, Nano llegaba donde el dueño y le ofrecía equis cantidad de dinero por la futura producción. El negocio, hecho de esa forma era muy riesgoso, si la cosecha resultaba abundante, el comerciante obtenía muchas ganancias, pero si las cosas no iban bien y el fruto se perdía por falta de lluvia, o por un mal tiemplo, o a causa de las plagas, Nano lo perdía todo; sin embargo, lo sorprendente de este ejemplo es que a él casi siempre le iba bien.
Entendiendo la fe
La historia de Nano es un ejemplo de cómo se practica la fe, apenas los árboles florecían y aun sin el fruto comenzar a formarse, él podía contemplar una gran cosecha. Con este ejemplo podemos ver que la fe no es solo un concepto, es un modo de vida. Muchos en la misma situación que este hombre posiblemente dirían: “no lo puedo hacer, la cosecha se perderá”. Otros tendrían la fe pero no el valor para correr riesgos. Creerle a Dios toma riesgos. El verso 6 no está allí de casualidad, nace del verso 5 que dice:
“Por la fe Enoc fue traspuesto para no ver muerte, y no fue hallado, porque lo traspuso Dios; y antes que fuera traspuesto, tuvo testimonio de haber agradado a Dios”.
Note la parte final que dice: “tuvo testimonio de haber agradado a Dios” y entonces el verso 6 enfatiza “sin fe es imposible agradar a Dios”. Enoc fue un hombre que en su tiempo tomó mucho riesgo. Judas versos 14 y 15 aporta sobre este personaje un testimonio breve pero revelador, él enfrentó a su generación impía, condenando sus actos malvados y anunciando el carácter de los últimos tiempos. El aceptó la palabra de Dios sin discusión y vivió de acuerdo a ella, en respuesta a su fe, el Señor lo trasladó vivo al cielo para librarlo de aquella gente degenerada. Ahora él es un ejemplo del arrebatamiento futuro de la iglesia.
1 Pero sin fe es imposible agradar a Dios
La fe aquí se muestra como un requisito necesario para conocer a Dios. Quien no tiene fe camina a ciega y tropezando como si tuviera los ojos vendados. Como en el caso de Nano, la fe se nutre de cosas que no se ven. Para comprar el fruto en flor se debe tener fe. La Salvación requiere la fe de quien se beneficia de ella, la persona tiene que creer que lo que la Palabra de Dios dice acerca de Cristo, es la verdad, debe creer que Jesús es el único camino al Padre, de lo contrario no podrá agradar al Todopoderoso.
2 porque es necesario que el que se acerca a Dios crea que él existe.
La fe a la que se refiere esta parte del verso es la fe en un Dios existente, la cual es la puerta a una relación con él. Las personas que niegan la existencia de Dios, nunca podrán conocerle; sin embargo, si alguien no tiene mucha fe pero anhela conocerlo, el se le revelará. El que se acerca a Dios debe tener una fe semejante a la de Enoc, el cual fue capaz de creer que Dios existe y que le libraría de la mano de la gente su tiempo y fue trasladado vivo al cielo y no fue encontrado ya más en la tierra. La frase el que se acerca a Dios, habla del culto, de la adoración. Si alguien se acerca a Dios para adorarle debe creer en su existencia, si no sus oraciones, sus alabanzas u ofrendas, no tienen sentido.
La fe que agrada a Dios hace que las oraciones y los sacrificios de alabanza sea aceptables delante de Dios; por eso la persona que viene al altar, a presentarse ante el Señor, debe estar convencido de que Dios es real, de que es fiel y de que puede cumplir sus promesas. Pero el creer en su existencia va más allá del creer vacío de quienes son del mundo; estos dicen, yo creo en Dios, pero según nos recuerda el apóstol Santiago, este creer no tiene ninguna base; él dice categóricamente: “Tú crees que Dios es uno; bien haces. También los demonios creen, y tiemblan” (2:19).
La fe verdadera va más allá de lo intelectual, la fe intelectual es vacía, se circunscribe a la razón solamente. El texto dice: “Los demonios creen, y tiemblan”, equivale a la idea que tiene el mundo de que hay un algo superior, es común escuchar a alguien decir: «yo sé que existe un algo, pero el mundo no sabe quién es ese algo. Por esa razón cuando se acerca al altar termina adorando lo que no sabe, cae en la idolatría y adora a los demonios. Sin embargo, los que reconocen a ese algo como el verdadero y único Dios, cuando se acercan a él, reciben en sí mismos el testimonio de que su fe agrada a Dios.
3 y que recompensa a los que lo buscan
La fe según Jesús demanda una búsqueda sincera. Si recordamos bien, él enseñó a sus discípulos sobre los beneficios de acercarse a Dios con esa fe que agrada a Dios:
“Pedid, y se os dará; buscad, y hallaréis; llamad, y se os abrirá,
porque todo aquel que pide, recibe; y el que busca, halla; y al que llama, se le abrirá” (Mateo 7:7, 8).
Como vemos, en este texto hay tres acciones que quien se acerca a Dios debe poner en práctica, si es que lo quiere agradar: pedir, buscar y llamar. Como incentivo a la fe, el Señor dice que el que pide, recibe; el que busca, halla; y al que llama se le abrirá.
Aprendemos de estas palabras de Jesús que la recompensa del que se acerca a Dios, es que Dios se acercará y le concederá comunión íntima con él. La búsqueda aquí puede ser muy variada; hay quienes lo buscan para recibir el perdón de pecados, hay quienes lo buscan para conocerlo más, y hay quienes lo buscan para pedirle algún favor. De acuerdo a la frase: “y que recompensa a los que lo buscan”, sea cual sea la causa por la que una persona se acerque a Dios, él no la va a ignorar. El recompensa a los que lo buscan.
Entonces, retornando al principio, cada uno de nosotros debe esforzarse en agradar a Dios con su fe. Debemos ser semejantes a Nano, quien no se estancaba enfocándose en el posible fracaso de sus decisiones, sino que miraba el presente y daba un salto hacia el futuro, confiadon en que todo saldría bien. El cristiano tampoco se debe quedar paralizado en el presente, aterrado e indeciso, sin atreverse a dar un paso hacia adelante, pensando que las cosas saldrán mal; no, alguien así desagrada a Dios. Todo creyente en Cristo debe practicar su fe, debe comprar en flor cualquier cosa que desea que Dios le conceda, porque “la fe es la certeza de lo que se espera, la convicción de lo que no se ve”. Posiblemente tú no ves la respuesta a tus oraciones, ni estás viendo el cumplimiento de las promesas que Dios te ha dado; pero eso no indica que no vendrán o que no se cumplirán, estemos seguros que la Palabra de Dios se cumplirá en tu vida, porque él recompensa a los que le buscan. Si lo quieres agradar, no te muevas de esta manera de pensar.
PREGUNTAS PARA AFIRMAR LA LECCION:
¿Qué lección puede el cristiano aprender de Nano?
¿Cómo fue que la fe de Enoc pudo agradar a Dios?
¿Cuál es la diferencia entre la fe intelectual y la fe que agrada a Dios?
¿Cuál es el significado de “acercarse a Dios” de acuerdo a este estudio?
¿Estás dispuesto o dispuesta a correr los riesgos de la fe?