La luna roja o luna de sangre es un tema relevante en estos dias. Como dije en otro artículo sobre este importante asunto, eclipses que dan un aspecto rojizo a la luna han ocurrido antes, pero lo curioso de los actuales eclipses son la frecuencia con que están sucediendo y la coincidencia con fiestas judías. Esto hace que personas que se dedican a estudiar la escatología, estén observando de cerca este fenómeno. John Hagee, por ejemplo, ha dicho que un evento importante relacionado con Israel, sucederá después de la cuarta luna roja. El pastor Hagee ya se ha ganado sus críticas; sin embargo él no ha fijado una fecha para el fin del mundo, como hicieron muchos agoreros en el año 2012, sino que, de acuerdo a sus interpretaciones, un hecho grande relacionado con Israel está por suceder.
La luna roja como sangre es un tema bíblico. En mi articulo relacionado, en este mismo blog, cité los textos de la Biblia donde se menciona la luna tornándose roja. Aquí me vuelvo a referir al sermón de Pedro el día del nacimiento de la iglesia en Jerusalén. A la gente que tenía preguntas sobre el derramamiento del Espíritu Santo el día de Pentecostés, el apóstol le constestó citando al profeta Joel capítulo dos. Les dijo con mucha propiedad que los que ellos estaban viendo era el cumplimiento de las profecías de este profeta. Según Pedro, el Espíritu Santo tendría que ser derramado antes del día del Señor, el cual sería grande y visible para todos. Para clarificar las ideas leamos estos versículos:
«Y daré prodigios arriba en el cielo
y señales abajo en la tierra,
sangre, fuego y vapor de humo;
el sol se convertirá en tinieblas
y la luna en sangre,
antes que venga el día del Señor,
grande y glorioso.
Y todo aquel que invoque el nombre del Señor, será salvo (Hechos 2:19-21; RV95).
La primera venida de Jesucristo fue acompañada de grandes señales: un ángel anuncia a Zacarías el nacimiento de Juan el Bautista, meses después el mismo ángel anunció a María que Dios la había escogido para que llevara en su vientre y diera a luz a Jesús, el salvador del mundo. Cuando se cumplió el tiempo nació el niño Juan y su padre, que había estado mudo, habló, sorprendiendo a toda una comarca. Luego se cumplen los días del parto de María y el niño Jesús nace en un pesebre y narra Lucas, uno de los cuatro evangelistas, que esa noche los ángeles andaban muy atareados llevando la noticia del nacimiento del mesías de Israel de un lado a otro; mientras unos ángeles daban las nuevas de gran gozo a los humildes pastores en el campo, otros entonaban cantos dando gloria a Dios. El testimonio de los evangelistas acerca de estos hechos fue certificado por testigos contactados por ellos, incluyendo a la misma María. Siempre que Dios va a hacer algo grande lo anuncia con grandes señales para dejar evidencias de que él ha hablado.
La segunda Venida de Cristo a la tierra estará acompañada por muchas señales que indicarán la proximidad del fin de los tiempos. La luna roja es una de esas señales. No estoy diciendo que el fin del mundo vendrá con la próxima luna roja; pero sí digo que este fenómeno debe ser tomado en cuenta y tenerse como un aviso divino de que algo grande está por suceder. Puede ser que para usted estos eventos no tengan importancia, posiblemente esté repitiendo lo que muchos dicen: ¡Eso ha sucedido antes! y es verdad. Sin embargo es digno de notarse que en los últimos 500 años cada vez que hubo una tétrada de luna roja, coincidió con fiestas religiosas judías y paralelamente Israel o estaba en guerra o pasando por un momento crucial en su historia. John Hagee menciona la expulsión de los judíos de España, la creacion del estado de Israel y la Guerra de los 6 días como hechos importantes ocurridos en fechas cuando hubo eclipses de luna roja. La próxima luna roja tendrá lugar el 4 de Abril de este año 2015, en la madrugada de la pascua judía y la próxima será el 28 de Octubre de este mismo año, coincidiendo con la fiesta de los tabernáculos. Estas coincidencias con fiestas religiosas judías no son normales, hecho que le da un profundo significado profético.
La luna roja como sangre es una señal entre las señales. Pedro, citando al profeta Joel, dijo: «Y daré prodigios arriba en el cielo… el sol se convertirá en tinieblas y la luna en sangre». Las señales serán en el cielo y en la tierra. En el cielo el sol se pondrá oscuro, la luna se convertirá en sangre y las estrellas caerán del cielo. En la tierra habrá guerras y rumores de guerra, hambres, enfermedades, terremotos en diferentes lugares del planeta. Se levantarán los hijos contra los padres, los padres contra los hijos, la inmoralidad alcanzará niveles nunca antes vistos, la adoración satánica ganará millones de adeptos y la violencia hará desaparecer la paz de los pueblos. Este es el panorama descrito por Jesús para los últimos tiempos. Pero, como siempre ocurre, alguien me dirá, eso lo vemos todos los días y la respuesta es, sí siempre vemos hechos como estos en distintos lugares de la tierra. Como dije en una entrevista para cristianos.about.com, cuando Jesús mencionó los acontecimientos que indicarían la cercanía de su venida, dejó entrever que estos sucesos no serían esporádicos y aislados, sino que esa sería la característica de la era de su venida. Una persona no necesita ser experta para observar el acontecer mundial y comprender que la condición mundial está cambiando en forma negativa a una velocidad escalofriante. Las profecías de Jesús registradas en Mateo 24, Marcos 13 y Lucas 21 se están cumpliendo ante nuestros ojos como si alguien estuviera apretando un botón cuidadosamente preparado para este tiempo.
La luna roja como señal de los últimos tiempos no quiere decir que el mundo se acaba este 4 de Abril del 2015, como, posiblemente, tampoco será el final el 28 de Octubre de este mismo año; pero, por lo menos, pongamos atención a estos raros eventos, Jesús dijo que abría señales en el sol, en la luna y en las estrellas como aviso previo de su regreso a la tierra. Dicen sus palabras:
«Entonces habrá señales en el sol, en la luna y en las estrellas, y en la tierra angustia de las gentes, confundidas a causa del bramido del mar y de las olas. Los hombres quedarán sin aliento por el temor y la expectación de las cosas que sobrevendrán en la tierra, porque las potencias de los cielos serán conmovidas. Entonces verán al Hijo del hombre que vendrá en una nube con poder y gran gloria» (Lucas 21:25-27).
Como en las profecías se usa con frecuencia el lenguajes figurado, muchos evitan enfrentarse a estas profecías de Jesús diciendo que esas son palabras simbólicas o que ya se cumplieron. Bueno la profecía de los versos 20-24 trata de la destrucción de Jerusalén la cual ocurrió en el año setenta de nuestra era, todo se cumplió en forma literal como dijo Jesús, su cumplimiento no fue simbólico, miles de judíos murieron durante la invasión romana, miles fueron dispersados hacia los cuatro puntos cardinales de la tierra y Jerusalén ha estado hasta hoy en poder de los extrangeros. Cuando usted oye hablar del problema judío-palestino tiene que ver con estas palabras de Jesús que dicen: «y Jerusalén será pisoteada por los gentiles hasta que los tiempos de los gentiles se cumplan» (v. 24). Y precisamente, la luna roja coincidiendo con las fiestas judías más importantes, indica que Dios ha hechado a andar el reloj de las profecías concernientes a Israel.
La humanidad debe prepararse para los acontecimientos que vienen. El panorama mundial puede empeorar dramáticamente, la humanidad puede hallarse atrapada en un mar de situaciones para los cuales no halle salida. Así será la característica de la época cuando el fin del presente sistema de cosas esté cerca. Sin embargo para los que son servidores del Señor Jesús, existen unas palabras de esperanza dadas por él a sus discípulos mientras les hablaba de los sucesos futuros:
«Cuando estas cosas comiencen a suceder, erguíos y levantad vuestra cabeza, porque vuestra redención está cerca» (Lucas 21:28), uno de mis versículos favoritos. Claramente Jesús enseña con este verso y otros similares en los evangelios que el cumplimiento de las señales de los tiempos no debe causarnos miedo sino esperanza, expectación de un porvenir glorioso, porque nuestra redención está cerca. El anuncio de la venida de Cristo a la tierra por segunda vez, debe mantener a la gente de fe despierta y ocupada en la oración, y en proclamar el mensaje de salvación para todo aquel que cree, puesto que Hechos 2:20-21 no solo dice que la luna se convertirá en sangre, sino que dice: «Y todo aquel que invoque el nombre del Señor, será salvo». La oportunidad de salvación está disponible para todo el que quiera escapar de la condenación que viene al mundo pecador, basta con que abras tu corazón e invite a Jesús a tomar poseción de tu vida. Tú lo puedes hacer. Di a Dios esta oración: Padre, creo que Jesús es tu hijo y que el murió por mi en la cruz, lo acepto como mi Señor y salvador personal, por favor perdona todos mis pecados y concédeme la vida eterna. Amén.