Como debe ofrendar el cristiano

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Por Natividad Fermín

En cuanto a la ofrenda para los santos,[1] haced vosotros también de la manera que ordené en las iglesias de Galacia.
1Co 16:2 Cada primer día de la semana,[2] cada uno de vosotros ponga aparte algo, según haya prosperado, guardándolo, para que cuando yo llegue no se recojan entonces ofrendas (1 Corintios 16:1-2 -RV95).

By Sufi Nawaz from freeimages.com

Introducción:

ofrendar es un deber de todos los cristianos.

1- V1.- «De la manera que ordene a las iglesias de Galacia».

Pablo no habla de esta ofrenda en la epístola a los gálatas. Posiblemente los estuvo animando durante una visita que hiciera a la rebelión unos tres años antes. El habla de una reunión que tuvo como un Pedro, Santiago y otros apóstoles considerados columnas de la Iglesia, quienes le dieron la mano en señal de compañerismo y lo encomendaron a la misión entre los gentiles, solicitándole con vehemencia que no se olvidara de los pobres, de lo cual, según afirma en la epístola, se ocupó diligentemente. El principio de ofrendar no era sólo para los corintios, sino para las demás iglesias.

2.- Romanos capítulo 15 versículos 25 al 27 menciona una ofrenda que colectaron Macedonia y Acaya con el mismo propósito, es decir, la colecta trascendió más allá de Corinto. Una evidencia más de que las comunidades cristianas antiguas practicaban el principio de dar y recibir.

3.- La Iglesia de Filippo recogió una ofrenda misionera para apoyar el ministerio de Pablo. El apóstol dejó saber a la Iglesia de Filipo lo agradecido que estaba por la ayuda recibida.

«Y sabéis también vosotros, filipenses, que al principio de la predicación del evangelio,  cuando partí de Macedonia, ninguna iglesia participó conmigo en razón de dar y recibir, sino vosotros únicamente, pues aún a Tesalónica me enviasteis una y otra vez para mis necesidades.» (Filipenses 4:15-16 -RV95).

Como vemos en el nuevo testamento las iglesias ya habían adoptado alguna forma de ofrendar. Las instrucciones dadas a los corintios son bien específicas. Se pueden establecer como normas para ofrendar en cualquier Iglesia cristiana en cualquier época. Observemos con cuidado el versículo 2:

a. -La ofrenda debe ser sistemática

«cada primer día de la semana»

el versículo que estamos tratando nos da una revelación, dice que desde temprano la Iglesia apostólica se reunía el domingo; es decir, el primer día de la semana. Así que el apóstol está diciendo que en cada culto se debía recorrer la ofrenda. Aclaro que estos dos versículos tratan de una ofrenda que se estaba conectando las iglesias para ayudar a los pobres de la Iglesia en Jerusalén. En segunda corintios capítulos 8 y 9 Pablo da más detalles de esta ofrenda. Pero eso no quita del principio que se establece en la iglesia primitiva en cuanto a la ofrenda. Y que cada primer día de la semana los creyentes deben practicar el acto de dar y recibir.

B. -La ofrenda debe ser individual o personal

«cada uno de vosotros»

el principio aquí es que todos deben ofrendar, no sólo los ricos o los que pueden, sino los pobres también. El creyente debe practicar la generosidad tenga la condición económica que tenga. En muchas ocasiones podemos alegar excusas como, mi situación financiera no lo permite, tengo muchos gastos, no gano suficiente. Pero en la comunidad cristiana actuamos movidos por el amor a Dios. Cualquier excusa sobraría si la usamos para no dar a la obra del Señor.

C. -La ofrenda debe ser proporcional

«según haya prosperado»

el apóstol Pablo de manera indirecta está diciendo aquí que el cristiano puede prosperar. Si su trabajo o su negocio está prosperando se debe reflejar en la cantidad de dinero que aporta a la Iglesia. No es lógico que si teniendo menos daba cierta cantidad que ahora que tiene más siga dando lo mismo que cuando tenía menos. El misterio revelado aquí es, si alguien en lo poco está siendo fiel, la bendición que está recibiendo es la prosperidad. Está recibiendo mucho a causa de su fidelidad en el dar y recibir. Si algún creyente de los que me están escuchando ahora, tiene por costumbre dar una cuota fija a la Iglesia pudiendo dar más, le están sucediendo dos cosas: la primera, es un creyente infiel a Dios, y la segunda, se está perdiendo la oportunidad de prosperar más. Dado que la ofrenda es individual cada quien debe considerar que trato le está dando a Dios con su dinero.

D. -La ofrenda debe ser planificada.

«Ponga aparte algo»

Pablo deja claro que la ofrenda no debe ser improvisada, ni debe darse por impulso. Sino que cada creyente debe planificar en su casa y salir para la Iglesia con su ofrenda preparada. Cuando entramos a la Iglesia debemos venir preparados para la oración, para participar en el canto, para depositar la ofrenda ante el altar y para escuchar la voz de Dios a través de la predicación. La adoración es un todo que involucra el momento cuando entramos al templo, la oración, el canto, la ofrenda, la exposición del sermón, la bendición final. Esos son los componentes del culto que la iglesia del nuevo testamento celebra domingo tras domingo.

E. -Debe ser previsora

«guardándolo»

el cristiano debe ser previsor. Debe crear conciencia sobre las necesidades que tiene la Iglesia se responsable con su deber. Si por alguna razón no puede venir al culto un domingo, la ofrenda debe guardarse hasta que pueda venir o enviarla con alguien o hacerla llegar de una manera segura para que la Iglesia tenga para sus necesidades. Es de mucha bendición ver cómo hermanos que luchan día a día para ganar su sustento, hermanos a los que no les sobran las cosas, pero tienen esa delicadeza de guardar sus diezmos y sus ofrendas hasta poder traerlos a la Iglesia. Ese ejemplo de generosidad da sentido al ministerio. No por el dinero sino por la responsabilidad de los hermanos fieles al señor.

F. -La ofrenda debe tomarse en forma ordenada

«para que cuando yo llegue no se recojan entonces ofrendas»

Pablo no quería que se montara un espectáculo cuando llegara, no, él quería que ya la ofrenda estuviera lista, preparada para llevarla a Jerusalén y entregarla a la Iglesia para que se la repartiera a los más necesitados. A los creyentes se le debe explicar cuáles son las necesidades de la Iglesia, se les debe decir lo importante que es apoyar la obra de Dios, se le debe recordar que Dios ha prometido bendecir a los que participan en el bien de dar y recibir; pero no se debe montar un show cuando se está tomando la ofrenda. La ofrenda no debe ser un escándalo sino un acto de adoración y de edificación. Cuando Pablo dijo a los corintios, en el contexto de los dones espirituales, que debía hacerse todo decentemente y como orden, también cabe para la colección de la ofrenda.

Conclusión.

Las sagradas escrituras reiteran dando mucho énfasis a las bendiciones que recibirán los cristianos que son fieles con sus diezmos y sus ofrendas. En su acción de gracias a los filipenses Pablo les dices que al apoyarlo a él en su ministerio, estaban participando en el dar y recibir. Hay algo sobrenatural: la práctica del dar provoca que recibamos bendiciones en abundancia de parte de Dios ¿de dónde saca Pablo la frase dar y recibir? Creo que para ustedes no es difícil saberlo porque casi cada domingo repetimos unas palabras de Jesús en Lucas capítulo 6:38. Pablo cita varias veces a Lucas en sus epístolas porque su Evangelio ya circulaba en las iglesias antiguas ¿qué dice ese versículo?:

«Dad y se os dará; medida buena, apretada, remecida y rebosando darán en vuestro regazo, porque con la misma medida con que medís, os volverán a medir».

Dios ha establecido la ley de la reciprocidad. Tú le da a Él y Él te da a ti. Eso fue lo que la Iglesia de Filipo hizo cuando le envió la ofrenda misionera a Pablo, le dieron a Dios y Pablo le escribe y le dice que Dios le va a dar a ellos todo lo que les haga falta. Así dice:

«Mi Dios, pues, suplirá todo lo que os falta conforme a sus riquezas en gloria en Cristo Jesús».

¿Cómo es que Dios va a hacer recíproco con nosotros cuando damos? Jesús afirma que nos dará «medida buena, apretada, remecida y rebosando».

Digo a cada uno de ustedes hermanos, a los presentes y no presentes, denle a Dios con generosidad y esperen de Él muchas dádivas buenas, esperen milagros, esperen provisión, esperen oraciones contestadas; porque el suplirá todo lo que nos hace falta conforme a sus riquezas en gloria en Cristo Jesús. Amén.

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